miércoles, 17 de abril de 2013

¿Por qué luchar, si ya todo parece perdido?

¿Qué me digo a mí misma cuando todo en lo que creía resultó ser mentira? ¿Qué hago si me han obligado a poner los pies en la tierra y renunciar a mis sueños? ¿En qué creo, si realmente nada es cierto? ¿A qué esperar si el tiempo se acaba poco a poco? ¿Por qué luchar, si ya todo parece perdido?

martes, 16 de abril de 2013

Me acuerdo de esos momentos, tú y yo.

Todavía me acuerdo de esos días que quedábamos sólo para dar una vuelta, sólo para pasar un rato juntos. Me acuerdo que me enseñaste a enfrentarme a lo que no me parecía y a luchar por todo lo que quiero. Me encantaba hacer el tonto por la calle y acabar muertos de risa tirados por el césped del parque. Nadie nos entendía, ni nosotros mismos, pero no importaba. No éramos amigos, éramos como hermanos, ¿te acuerdas? A la gente siempre le ha costado entender cómo una chica y un chico de la misma edad podían quererse tanto y no querer dar un paso más. Yo lo sabía, eras de las personas más especiales de mi vida y te quería con toda mi fuerza pero eras como mi hermanito. Todo empezó a cambiar, primero dejamos de quedar todos los días, luego no quedábamos nunca. Ya casi no hablábamos. No sabía por qué. Te buscaba por todos lados y nunca estabas o no querías hablar conmigo. Te hachaba de menos. Siempre te había tenido cuando te había necesitado, y sabía que me necesitabas en ese momento, por eso insistía. Quería saber qué te pasaba, quería ayudarte. Un día, por fin, conseguí hablar contigo. Me dijiste todo lo que te pasaba, lo que sentías por mí y por qué te habías alejado. Mis ojos se humedecieron. Ya nada es lo mismo, nada va volverá a ser igual.

Gracias por todos esos momentos, adiós.

Hola, sí, soy yo. Esa persona con la que has pasado muchos momentos inolvidables, la que te hacía reír tanto, la que querías por encima de todo, a la que le dijiste `para siempre´, ¿te acuerdas? Duele saber que ya todo se ha acabado y que nada volverá a ser como antes, que nunca volveré a ver tu sonrisa y tus ojos parando el tiempo cuando miran a los míos. Sólo quiero que sepas que has sido lo mejor de mi vida y que nunca te voy a olvidar. Siempre me tendrás aquí para lo que quieras, pero ya no me necesitas. ¿Qué hice mal? ¿No te demostré que te quería lo suficiente? ¿Te lo demostré demasiado? No lo sé. ¿Y ahora qué? Te veo pasar por mi lado y ni siquiera me miras, no me saludas, no me hablas. Para ti parece que no existo, me he evaporado. Pero no es así, sigo viendo como todo se para al verte pasar, me sigue encantando ese gesto que haces con la cara y me siguen haciendo mucha gracia tus tonterías. Pero ya nada es lo mismo. ¿Te gustaba mi sonrisa? Eras tú el que me hacía reír y ¿mis ojos? no podía dejarte de mirar. Bueno, sólo me queda decirte: gracias por todos esos momentos, adiós.


lunes, 15 de abril de 2013

Quiero ser feliz.


¿Nunca te has levantado sin ganas de nada? Sólo quería esperar a que el día terminase. A veces creo que algún día todo va a cambiar, y lo único que puedo hacer es esperar a que ese día llegue. Cuando lo veo todo perdido, creo que nada puede empeorar, pero sí, siempre puede. Haría lo que fuese porque toda mi vida cambiase, pero la vida no viene con instrucciones. Tampoco sé para qué estoy aquí, cuál es el por qué de haber nacido. Demasiado complicado de contestar, supongo. Me doy cuenta de que sólo soy una carga para algunas personas y realmente insignificante. Nunca he destacado en nada, nada se me da especialmente bien. No creo que nunca valla a llegar lejos, ni conseguir nada importante. Creo que si desapareciese no le importaría mucho a nadie, sólo sería una noticia en el telediario de un día. Pero, aquí sigo, sin saber por qué, ni para qué. No sé de donde vengo, no sé a donde ir. Sólo sé una cosa: QUIERO SER FELIZ.